domingo, 22 de septiembre de 2013

Nada estaba en sintonía, ni lo que pensaba, sentía y hacía.

Lo siento, anoche te ví y no me sentí capaz de acercarme.
Sentí debilidad.
No sabía qué hacer, qué pensar, ni qué decir.
No era dueña de mí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Artículos relacionados: