No nos podemos fiar de nadie hoy en día. Gente auténtica y que valga la pena, que no le asuste descubrir, soñar, decir la verdad, el compromiso... y sobre todo enamorarse con todas sus consecuencias, incluido dar, confiar y ser capaz de luchar por seguir hacia delante, dejando el orgullo... amar con todo su ser entero y querer lo mejor siempre para el otro, un amor incondicional. Esto, señores, una persona así en estos tiempos en lo que vale más la superficialidad, lo superfluo, las mentiras, la infidelidad y la todavía existencia de la sociedad jerarquizada y dicotómica... casi no existe, o muy pocas hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario